Una ambiciosa iniciativa pública permitirá dar un salto cualitativo en la investigación sobre medicina preventiva de precisión en nuestro país. Desde esta semana, el proyecto Cohorte IMPaCT se encuentra implantado en todas las comunidades autónomas, donde serán testeadas unas 200.000 personas a lo largo de dos décadas a través de los centros de salud con el objetivo de obtener una radiografía completa de la salud de los españoles y comprender mejor por qué se producen las enfermedades para impulsar las labores de prevención.
Esta propuesta, inédita en España, es similar a las que se han puesto en marcha en otros países, como el Reino Unido, Francia, Alemania o Estados Unidos, para estudiar a un gran número de personas durante un largo período de tiempo y conocer qué factores están detrás de las enfermedades que van desarrollando. Para ello, se recopilan abundantes pruebas biológicas y mucha información epidemiológica, incluyendo variables sociales y económicas de cada región.
Esta iniciativa parte del Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y está gestionada por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), e involucra a los centros de Atención Primaria de las autonomías. La investigadora principal y coordinadora del Departamento de Epidemiología de Enfermedades Crónicas del Centro Nacional de Epidemiología, Beatriz Pérez-Gómez, espera que este estudio dé impulso a uno de los aspectos fundamentales de la medicina de precisión, la «prevención personalizada». Y es que esta cohorte multipropósito permitirá comprender mejor por qué unas personas enferman y otras no, contemplando las diferentes características, exposiciones ambientales, hábitos y genes de la población.
Según explica Pérez-Gómez, otros estudios, como la Encuesta Nacional de Salud, facilitan la obtención de datos representativos, pero sólo cuentan con información de las respuestas de los participantes a un cuestionario y no incluyen exploración física o muestras biológicas, ni estimaciones de exposición ambiental o datos sobre la información genética.
«La potencia de la cohorte residirá en su tamaño y en su riqueza de datos y servirá para tener información de la población general con un grado de amplitud y profundidad hasta ahora no disponibles», asegura la investigadora.
El despliegue de Cohorte IMPaCT comenzó en 2023 con la apertura de los nodos piloto en Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.
Con la reciente apertura de nodos en Trujillo y Mérida (Extremadura) el proyecto completó esta semana su despliegue en las 17 comunidades autónomas, donde se ha puesto en marcha en 44 centros, que aumentarán a 50, y que se encuentran repartidos en línea con la distribución de la población del país, de forma que el 70 por ciento están en áreas urbanas y el 30 por ciento en zonas rurales.
Actualización periódica
El diseño de la cohorte que han establecido los investigadores pretende que los participantes representen a toda la población. Para ello, cada centro va a invitar a cerca de 4.000 personas de entre 17 y 79 años tras una selección al azar, ya que nadie se puede presentar voluntariamente para formar parte del grupo al que se realizará el seguimiento durante dos décadas.
Cada participante debe completar un amplio cuestionario epidemiológico, con información de casi todas las facetas de su vida y, en el centro de Atención Primaria, el personal del estudio les realizará un completo examen físico, que incluye pruebas sobre salud ocular, audición, capacidad respiratoria, funcionamiento cardiovascular, fuerza muscular o función congnitiva, además de recoger muestras biológicas que permitirán disponer de la información genética de todos los integrantes.
Además, se incluirá información sobre las posibles exposiciones ambientales que cada uno podría tener según el lugar en el que vive, y en el futuro -cada cinco años- se podrá también citar a las mismas personas para actualizar los datos, además de recopilar la información de sus historias clínicas a lo largo del tiempo.
Un nutrido grupo de investigadores y profesionales sanitarios de diversas disciplinas han elaborado las variables de estudio, con las que esperan conseguir una valiosa información sobre las principales causas de mortalidad y discapacidad de la población española, como las enfermedades cardiovasculares, cáncer, patologías crónicas de las vías respiratorias inferiores (EPOC), demencia, depresión, diabetes o la mortalidad general, entre muchas otras.
La más importante
Según la directora del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, se trata de «la investigación más importante que se está realizando en el ámbito de la atención primaria en España y permitirá mejorar la salud de la población española del futuro».
El estudio de una cohorte tan amplia contribuirá a ampliar el conocimiento sobre las causas de las principales enfermedades y condiciones de salud de la población, así como mejorar la monitorización de su estado, predecir el riesgo de enfermedad e identificar biomarcadores de enfermedad subclínica o en fases iniciales, según la investigadora principal.
«La sostenibilidad real de nuestro sistema descansa en la prevención de la enfermedad y de la discapacidad, y el objetivo de todos es que vivamos el mayor tiempo posible con la mejor calidad de vida que se pueda», remarca Pérez-Gómez.
Para ello, incide en la importancia de entender por qué ocurren las enfermedades, el conjunto «ambiente-entorno-hábitos-genes» de cada persona y qué hace que algunas personas enfermen y otras no, así como identificar así dónde es necesario intervenir. «Es lo que denominamos prevención de precisión», concluye la investigadora.