El Rey Felipe VI ha definido Montserrat como "un gran punto de encuentro" de la cultura catalana, de la española y de la europea, y ha asegurado que su valor simbólico trasciende su enorme dimensión religiosa, al tiempo que ha apostado por la constancia frente a los "discursos totalitarios" y las "identidades excluyentes".
"Europa entera se nutre de esa tradición de acogida, conocimiento y aprendizaje", ha dicho este lunes en el Monasterio de Montserrat, en una jornada de reconocimiento a la figura del Abat Oliba en milenario de la fundación del monasterio a la que también ha acudido la Reina Letizia.
El discurso, que más de la mitad ha sido en catalán, lo ha pronunciado ante el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; la alcaldesa de Monistrol, Núria Carreras; el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto; el abad de Montserrat, Manel Gasch, y el prior y comisario del Milenario, Bernat Juliol.
"Debemos estar orgullosos de ella porque nos habla de apertura y progreso. No se cierra en sí misma, no recela de las diferencias, no se queda inmóvil como lo están las rocas, sino que avanza con el tiempo y es un referente para la innovación, la creación y la comunicación", ha añadido.
El Rey ha defendido que las montañas de Montserrat "son faro espiritual, moral e intelectual para tantas personas en Cataluña, en España y en Europa", y ha agradecido la constancia y la perseverancia de los monjes.
Incertidumbre global
A su juicio, el patrón ético del enclave cobra especial importancia en la actualidad: "Tiempo de graves incertidumbres geopolíticas, de graves conflictos y de guerras con una indescriptible dimensión de sufrimiento humano".
"Todos debemos velar por la preservación y la dignidad del espacio público. El suyo es y debe ser, para todos, un mensaje de esperanza", ha señalado.
Asimismo, ha pedido ser "constantes en la renuncia a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral" y apoyar el viaje hacia el bien común.
"Y nuestra vida --que es, en términos históricos, apenas un instante-- integra un discurso mucho más amplio, que debemos cuidar y engrandecer para, al fin y al cabo, entregarlo a las generaciones futuras", ha aseverado.
"Gran simbolismo"
Felipe VI ha recordado que esta es su primera visita como Rey a la Abadía de Montserrat, donde acudió en 2011 junto a Letizia como Príncipes de Asturias, y ha señalado el vínculo entre el enclave y la Corona.
"Cuando hemos traspasado el umbral de esta basílica, lo hemos hecho con la conciencia clara de su gran simbolismo y del peso de la historia, de lo que significa su milenario", ha dicho el Rey, que antes de su discurso ha visitado y tocado la Moreneta.
Para el monarca, la comunidad de Montserrat "va mucho más allá" de sus muros, ya que la representan todos los hombres y mujeres que se identifican con los valores de la vida benedictina.