Con la vista puesta en 2028

Miguel Herrera (SPC)-Agencias
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La futura Política Agraria Común, para cuya entrada en vigor aún quedan tres años, ya ocupa al sector, que ve cómo el nuevo Marco Financiero Plurianual puede dejar a esta imprescindible herramienta sin un presupuesto definido

Con la vista puesta en 2028 - Foto: Patricia González

El sector agrario ya dirige su mirada a 2028. Aunque aún es pronto para saber qué orientación tomará la futura PAC a partir de ese año -condicionada por las últimas elecciones europeas, la guerra en Ucrania y por la incertidumbre de la geopolítica y la guerra comercial actual-, el primer borrador puede estar listo ya para el otoño y el Ministerio de Agricultura ya ha agendado reuniones con el sector para abordar este tema.

El ministro, Luis Planas, tras la Visión de la agricultura y la alimentación presentada por la CE, lleva semanas hablando de que el Gobierno de España defenderá una PAC «con personalidad propia, tanto institucional como jurídica, y bien dotada financieramente», en línea con las organizaciones agrarias nacionales. En diciembre de 2024, bajo la Presidencia europea de Hungría, los ministros de Agricultura de la UE ya aprobaron un documento en el que resaltaban la importancia estratégica de la PAC para garantizar la seguridad alimentaria de los 27 y la necesidad de inversiones para promover su competitividad y sostenibilidad.

«Hasta finales de año, cuando esté definido el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Unión Europea (UE), no sabremos nada», dejó claro la profesora de Economía y Política Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid Isabel Bardají, que recordó que la Política Agraria Común nació como una política proteccionista basada en precios que evolucionó al reparto de ayudas directas, cada vez más vinculadas a los objetivos medioambientales.

Con la vista puesta en 2028Con la vista puesta en 2028Para Bardají, que también es la directora del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (Ceigram), la PAC post 2027 «va a seguir con su ambición ambiental», a la que fue vinculada con el Pacto Verde Europeo para el cobro de ayudas con figuras como los ecorregímenes; pero «no ligada a la estrategia De la Granja a la Mesa», que de forma «cuantitativa» marcaba objetivos para reducir el uso de fitosanitarios (-20%) y fertilizantes (-50%), o alcanzar el 25% de superficie agraria en modelo ecológico para 2030.

A su juicio, también dirigirá aún más sus fondos «hacia aquellos que más lo necesiten», en detrimento de «los grandes capitales que han irrumpido en el sector, focalizados en grandes explotaciones». En este sentido, destacó que la futura PAC dará «un apoyo sustancial» al relevo generacional, «a los nuevos agricultores» y, todo ello, con Ucrania, «gran productor de cereales y girasol, gravitando de forma importante», ya que hay el «compromiso de favorecer su integración en la UE» lo que, desde su perspectiva, «puede tener efectos en el comercio interior» más que en el recorte de ayudas a España.

Por su parte, el director del Servicio de Estudios de la Fundación Grupo Cajamar, Ignacio Atance, que entre 2020 y 2023 coordinó el diseño del Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) 2023/27 en el Ministerio de Agricultura, considera que a partir de 2028 la PAC, en materia medioambiental, «va a tratar de consolidar lo conseguido».

Pendientes del MFP.

Atance aseguró que «en los pasillos» se habla de las tres opciones que están sobre la mesa de cara para la concreción del cambio de la estructura del MFP, que se estima que se debatirá en mayo. «La fórmula ganadora creo que será la intermedia: un sobre para cada país, con la PAC, o al menos sus ayudas directas, fuera de ese sobre» lo que, previsiblemente, daría «una continuidad» a los objetivos de la política agraria europea, con un «presupuesto propio», aunque «quizá recortado», pero apoyado con instrumentos financieros.

También comentó que no habrá que esperar al período 2028/34 para ver la simplificación administrativa de la PAC demandada en las movilizaciones del sector el año pasado; el Ministerio ya introdujo en octubre de 2024 flexibilidades en la gestión de los ecorregímenes y la voluntariedad en lo que se refiere a las fotos georreferenciadas para los solicitantes de ayudas, que antes eran obligatorias.

A estas medidas se sumarán otras en las que la Comisión trabaja y que prevé presentar en mayo para modificar el reglamento base de los planes estratégicos de la PAC, que se traducirá en la simplificación de los elementos de la condicionalidad. Atance no descarta que el primer borrador de la propuesta de la PAC 2028/34 esté listo antes de terminar este año.

Carta a von der Leyen.

Mientras tanto el sector, tanto a escala nacional como comunitaria, ya está moviéndose por esa nueva PAC que llegará en 2028. El COPA y la COGECA, principales organizaciones representativas de los agricultores y las cooperativas en la Unión Europea, han enviado una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en la que solicitan un firme compromiso político con la agricultura comunitaria. En la misiva, estas organizaciones piden que se garantice un presupuesto sólido para la PAC en el próximo marco financiero plurianual y rechazan la idea de un fondo único que diluya los recursos destinados a la agricultura.

En línea con esta iniciativa, las organizaciones agrarias españolas también se han dirigido recientemente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con una carta en la que solicitan su apoyo para defender una PAC fuerte en las negociaciones comunitarias. Las organizaciones firmantes -ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España- instaban a las autoridades nacionales y europeas a preservar la esencia de la PAC, política base de la integración europea, y evitar reformas que pongan en riesgo la viabilidad del sector agrícola y ganadero en España y en toda la UE y que sus fondos no estén ligados al cumplimiento de hitos ajenos al sector agrario.

Ambas iniciativas reflejan la preocupación creciente del sector agrario ante los debates sobre la financiación futura de la PAC, una política considerada clave para garantizar la soberanía alimentaria, el desarrollo rural y la transición verde en la Unión Europea. Según COPA y COGECA, en una coyuntura de inestabilidad geopolítica, incertidumbre económica y múltiples retos sociales como la actual, no solo es estratégico contar con un sector agropecuario robusto y resistente, sino que este es la piedra angular misma que sustenta toda la seguridad de la UE.

Las protestas agrícolas paneuropeas de 2024, si bien se vieron impulsadas por diferentes motivos, pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de nuestras comunidades, tan expuestas a los efectos acumulados y contradictorios de las diversas políticas en un entorno de mercado cada vez más complejo. La reciente Visión para la agricultura y la alimentación en la UE reconoce con acierto la importancia estratégica del sector agropecuario. Del mismo modo, en la Agenda Estratégica de la Unión Europea, elaborada por el Consejo, y en las directrices políticas de la Comisión para el mandato 2024-2029, se reconoce la contribución indispensable de los agricultores y las comunidades rurales al tejido socioeconómico de la Unión Europea. Por eso, desde COPA y COGECA no entenderían que la PAC quedará a partir de 2028 despojada de un presupuesto propio que garantice su viabilidad.

La comunidad agropecuaria todavía lidia en la actualidad con un sinfín de escollos, como la inestabilidad geopolítica, los elevados precios de la energía, la incertidumbre jurídica en varios ámbitos y unas normativas medioambientales más estrictas. Si bien los agricultores y ganaderos han progresado notablemente en el incremento de su productividad y la reducción de las emisiones, todavía tienen que hacer frente al incremento de sus costes y la competencia desleal; ambos fenómenos merman su renta y les impiden mantener su competitividad.

Soberanía alimentaria.

En la carta, el COPA y la COGECA recuerdan a Von der Leyen que «como bien ha recalcado usted misma, señora presidenta, nos adentramos en una nueva era de rearme en la que Europa debe asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad. En este sentido, creemos firmemente que no hay seguridad global sin seguridad alimentaria, ni autonomía estratégica sin autonomía alimentaria».

«Por eso nos alarman profundamente los recientes debates sobre la reasignación de la financiación de la UE en un fondo único que supondría la desaparición del FEAGA y el Feader, los pilares de la Política Agraria Común (PAC). Este cambio constituye una modificación sustancial en la gobernanza del próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) y podría quebrantar la PAC, una política comunitaria que a día de hoy todavía es la piedra angular de la competitividad y la soberanía alimentaria de Europa».

El texto continúa diciendo que «el desmantelamiento de la estructura de la PAC en dos pilares, a saber, el FEAGA y el Feader, junto con la adopción de un único enfoque de programación nacional por Estado miembro, menoscabará el carácter común de las políticas europeas. Además de fragilizar aún más el mercado único, también acarreará consecuencias de gran alcance en cuanto a la producción y la seguridad alimentarias, así como para la supervivencia de unas zonas rurales dinámicas y pobladas en la UE. El gasto europeo tiene un claro valor añadido cuando se trata de políticas como la PAC, por lo que hay que reconocerlo y mantenerlo».

«Huelga decir que no somos los únicos que pensamos así. Junto con otras 28 organizaciones agroalimentarias destacadas de la UE, ya les hemos transmitido a usted y a los dirigentes de la UE un mensaje sencillo pero esencial: el incremento específico del presupuesto de la PAC no es una mera cuestión de apoyo financiero, sino una inversión estratégica en la resistencia y la seguridad futuras de Europa».

Mientras la Comisión Europea se prepara para presentar el próximo MFP, según lo previsto, en julio de 2025, las organizaciones agrarias ruegan a la presidenta de la Comisión que dé prioridad al sector agropecuario como pilar fundamental para el futuro de Europa y, en consecuencia, le piden que transforme sus declaraciones en acciones. Asimismo, instan a la Comisión a que incluya en el MFP un mecanismo automático y flexible de respuesta rápida para ajustar en tiempo real las asignaciones financieras en función de las tasas de inflación real observadas y no en lugar de las previsiones.

Fieles al espíritu que alentó a los fundadores de la Unión Europea, auspiciadores de la primera política común de la Unión, COPA y COGECA hacen un llamamiento para preservar la unidad y la fuerza que aúnan a nuestras comunidades agropecuarias y a toda la UE.

La carta finaliza solicitando un encuentro con la presidenta Von der Leyen «para proseguir el diálogo que se inició en el contexto de las protestas de 2024. A medida que se estrecha el margen de actuación, creemos firmemente que es momento de seguir dialogando, no de desentenderse».

 

Objetivos de la PAC 2028-2034.

En las 'Recomendaciones del diálogo estratégico' se indica que la futura Política Agraria Común debería centrarse en estos objetivos centrales:

1.-Proporcionar apoyo socioeconómico dirigido a los agricultores que más lo necesitan.

2.-Promover resultados ambientales, sociales y de bienestar animal positivos para la sociedad.

3.-Fortalecer las condiciones propicias para las zonas rurales.



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