El sistema de salud español resiste

Agencias
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Sin lamentar incidencias importantes y priorizando a los pacientes más graves, los hospitales 'sobreviven' al corte de energía y mantienen los servicios básicos gracias a sus generadores

Un grupo médico transporta a un enfermo en un centro de Barcelona. - Foto: Nacho Doce (Reuters)

Si hay algo positivo que pueda sacarse de la pandemia del coronavirus es que la crisis sanitaria sirvió a los hospitales para estar siempre preparados, a organizarse y a tomar medidas rápidas y eficaces ante situaciones similares. Y ayer quedó demostrado en los centros médicos de toda España en los que, pese al corte eléctrico generalizado, no hubo que lamentar graves consecuencias gracias a los generadores propios.

Frente al caos que se vivió en los bancos, transportes y supermercados de la inmensa mayoría del país, los centros médicos vivieron durante la jornada una normalidad relativa. Así lo aseguró el Ministerio de Sanidad, que, al cierre de esta edición, no había informado de incidencias importantes como consecuencia del apagón eléctrico, garantizando que la red de sus instalaciones cuenta con reservas de combustible suficientes para mantener la atención sanitaria «sin inconvenientes».

Desde que se produjo el problema, sobre las 12,30 horas, Sanidad mantuvo contacto y coordinación permanente con las comunidades y el resto de las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Salud. Los centros que conforman la red pudieron mantener el suministro energético mediante grupos electrógenos, que además cuentan con suficiente reserva de combustible para garantizar la asistencia sin ningún inconveniente.

No obstante, el departamento que dirige Mónica García apeló a la necesidad de seguir las recomendaciones de los diferentes servicios de Salud, que de manera prudente se vieron obligados a reorganizar la actividad asistencial para priorizar a los pacientes, poniendo en marcha planes de contingencia.

Así, el funcionamiento de ucis y equipos esenciales como respiradores fue total, si bien algunas zonas de los hospitales se quedaron sin luz para economizar el abastecimiento y reservar toda la energía a la actividad urgente. De esta forma, la actividad ordinaria tuvo que ser suspendida en algunos casos, aunque la extraordinaria se puso prestar sin incidencias, según la Consejería de Sanidad de Madrid.

Por ejemplo, en el Hospital 12 de Octubre se aplazaron las operaciones no urgentes y se pidió a médicos y enfermeras que se mantengan en sus puestos para poder garantizar la continuidad de la asistencia, según comentaban a última hora algunos de sus trabajadores. No obstante, entre profesionales, y sobre todo pacientes, había cierta preocupación por el alcance de duración de los generadores, tal y como señaló un testigo desde el Hospital Clínico de Madrid, donde los servicios de urgencias dejaron de aceptar nuevos ingresos salvo los verdaderamente graves, como es el caso de las paradas cardiorrespiratorias.

En Aragón, el Gobierno regional hacía lo posible para preservar la energía de esos grupos electrógenos ante la incertidumbre de la duración de la falta de suministro. Por ello, suspendieron toda la actividad quirúrgica no urgente y tenían en funcionamiento los generadores para mantener la actividad esencial, como operaciones ya en marcha o el mantenimiento de las unidades de cuidados intensivos.

De la misma manera, los grandes hospitales de Barcelona recuperaron, a última hora de la tarde, la electricidad, aunque a lo largo de la jornada pudieron mantener cierta normalidad gracias a los generadores. Eso sí, en diversos centros se pospusieron visitas de consultas externas, no sin dificultades, pues las conexiones telefónicas fallaban y no se podía contactar con los usuarios para avisar.



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