Alberto Núñez Feijóo podría tener que tirar de espada metafórica en el próximo Congreso Nacional del PP que se celebrará en julio en Madrid. Quizá le toque emular al gran Alejando Magno, cuando cortó el legendario nudo gordiano en su camino hacia la conquista del imperio persa. El gran general, lejos de desatar la cuerda, optó por la calle del medio y la cercenó, toda un precedente en la hoja de ruta del jefe de la oposición de cara al cónclave.

Marcando liderazgo e intenciones, el líder del PP abrió esta pasada semana un melón en las filas populares: el debate sobre el sistema de primarias para elegir candidatos a presidir el partido y, en concreto, cómo resolver el citado nudo gordiano de qué hacer con el poder de la militancia.

Un día después de anunciar el adelanto al 5 y 6 de julio del próximo Congreso Nacional ordinario, Feijóo explicó que en el cónclave de Madrid se producirían cambios relevantes, entre ellos el modo en el que el grupo designa a su presidente. «Vamos a intentar profundizar en la democracia interna», apuntó.

La actual elección a dos vueltas tiene «cierta contradicción» que hay que resolver para intentar «mejorar» la democracia interna del partido, manifestó.

Esta contradicción, señaló, es que aunque «todos los militantes pueden votar», su dictamen puede quedar anulado por una segunda votación de los compromisarios. Será en el congreso de julio, al que presumiblemente acudirá Feijóo como candidato único a la Presidencia del PP, cuando los ponentes de estatutos «darán distintas opciones para resolver ese nudo gordiano», añadió el líder de la oposición.

Esta propuesta no viene de la nada, pues son muchas las voces en el partido que llevaban tiempo apuntando en esta dirección, como el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien abogó ya hace meses  por revisar un modelo que tiene «errores» y «defectos claros».

El barón andaluz sostuvo, en este sentido, que es necesario estudiar cuál es el procedimiento «que mejor funciona y encaja en la cultura y la trayectoria» del PP. 

Porque, ¿cómo elige actualmente la formación a su presidente? El partido lo designa ahora en un proceso de primarias no abiertas (limitado a los afiliados que estén al corriente del pago de las cuotas), en una elección a dos vueltas.

Los populares instauraron este sistema en el XIX Congreso Nacional en 2017 con Mariano Rajoy como líder, después de que nuevos partidos por aquel entonces como Podemos o Ciudadanos implantaran modelos de este tipo. 

Así lo recordó el propio Moreno, destacando que aquella reforma fue «consecuencia» de un momento político en el que existía «la presión» de lo que hacían los grupos nuevos. «Copiamos un sistema que no está en la cultura de nuestra formación», manifestó.

El sistema es mixto y escalonado. Hay una primera vuelta que se celebra antes del congreso en la que los afiliados votan al candidato a la Presidencia del partido y también a los compromisarios que participarán en el cónclave. Si uno de los aspirantes logra el 50 por ciento de los apoyos y una ventaja de al menos 15 puntos sobre el segundo, se proclama candidato directo y, si ninguno lo consigue, los dos más votados pasan a la segunda vuelta.

El precedente de Casado

Esta se celebra en el cónclave y son los compromisarios quienes votan, por lo que puede darse la situación relatada por Feijóo de que el aspirante más votado en la primera vuelta no sea el elegido finalmente. Esto sucedió, precisamente, en el XIX Congreso Extraordinario del PP de 2018, celebrado tras la dimisión de Rajoy como presidente, después de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez al poder. Hubo seis candidatos en la primera vuelta y Soraya Sáenz de Santamaría fue la más votada, seguida de Pablo Casado, por lo que ambos pasaron a la segunda vuelta, que acabó ganando Casado con el apoyo mayoritario de los compromisarios.

Esta es la única vez en la que se aplicó este modelo, ya que en el XX Congreso de 2022, que tuvo lugar tras la marcha de Casado después  de enfrentarse a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, Feijóo fue el único candidato. 

Antes de la reforma de estatutos de 2017, el PP elegía a su líder sin la participación directa de la militancia, solo con el voto de los compromisarios. Ahora, la propuesta de Feijóo podría recuperar este camino, eliminando la primera vuelta. Es una de las posibilidades que hay, según reconocen en Génova, aunque «hay muchas opciones» que se pueden estudiar.

«Lo que hay que buscar es un sistema que sea justo, democrático, pero que no sea complejo y que no genere tensiones internas innecesarias», sentencian los populares.