La renta agraria en 2024 ascendió a 36.760 millones de euros, según los últimos datos manejados por el Ministerio de Agricultura en la segunda estimación sobre las cuentas del sector. Esta cifra supone un incremento del 11,2% respecto al año anterior, pero es inferior a la subida del 14,2% que se había cifrado en la primera estimación del Ministerio. En estos resultados ha jugado, en la parte positiva, un aumento total del volumen de las producciones del 10,9%; y en la negativa, una caída en los precios del 7,3%. A estos datos se suma, como papel clave, el ajuste de los gastos en medios de producción -consumos intermedios-, entre los que destaca el descenso de los precios de los piensos en un 19,1%.
La producción vegetal se incrementó en volumen un 19%. En estos sectores destacan los incrementos de las producciones de cereales en un 77%, en un 45% las plantas forrajeras, del 14% las frutas, el 10,3% el vino y el 27% el aceite de oliva. Mientras, en los descensos solo se halla la patata, con un 4,4% menos. En lo que se refiere a los precios, muy por encima de la media de caída de ese 7,3% se hallan las plantas forrajeras, que lo hacen en un 46%; y en porcentajes inferiores, aunque también importantes, los cereales con el 11,5%, las hortalizas con el 11,2% olas frutas el 11%. Destacan las subidas de la patata (12,4%), del vino (6,5%) y del aceite de oliva (17%) considerando que, a efectos de estadísticas, se toman en cuenta los datos de la campaña pasada y no la caída registrada en la campaña actual.
De acuerdo con estas cifras sobre producciones y precios, el valor de las producciones vegetales ascendió hasta los 38.830 millones de euros, de los que 4.300 correspondieron a los cereales, 1.290 a las plantas industriales, 1. 900 millones a las plantas de forrajeras, casi 13.000 millones a las hortalizas, más de 1.000 millones solo a la patata, 12.200 millones a las frutas, 1.270 millones a vinos y mostos y 3.750 millones al aceite de oliva.
En las producciones ganaderas la oferta se mantuvo prácticamente estabilizada, con un incremento medio de solo un 1,6%. Por sectores, el aumento fue del 2,3% en el caso del bovino, 1% en el porcino, 6,2% en avicultura de carne, 2,6% en huevos y 1,3% en leche. En el otro extremo destaca la caída del 5,6% en ovino y caprino. En precios, la caída media se sitúa en el 2,3%. En la parte positiva destaca el bovino, con un incremento del 10,3%, seguido de ovino y caprino con el 9,7%; en el lado negativo se hallan la leche con un descenso del 8,6%, los huevos con una caída del 7,5% y el porcino con el 5,5%.
En valor, esas mismas producciones ascendieron a casi 29.000 millones de euros. Entre ellas, el porcino se halla a la cabeza con más de 11.000 millones de euros, seguido de los 7.300 millones de la avicultura y 4.600 millones en el ganado bovino de carne, que muestra una importante línea de ascenso en los últimos tiempos. En lo que se refiere a los productos de origen animal su valor fue de más de 7.300 millones; el grueso corresponde a la leche, con 5.000 millones, seguida de los huevos con 2.100 millones.
Menos costes.
Los gastos en medios de producción -los consumos intermedios- ascendieron a 28.913 millones de euros, lo que representa un descenso del 8,3% consecuencia de un recorte medio de los precios del 10,1%, mientras en el volumen solo se produjo un aumento global del 2%. La demanda de fertilizantes creció un 10,3%, la de los piensos un 1,7%, un 0,5% la de energía, solo un 0,3% en semillas y un 0,2% en mantenimiento de material. En cuanto los precios, destaca la subida del 5,6% en semillas, del 6,9% en mantenimiento de material y del 3,2% en los fertilizantes, mientras caían casi el 20% los precios de los piensos por el fuerte ajuste de las cotizaciones de los cereales.
Por tipos de consumo en base a esos datos sobre demanda y precios, los gastos del sector agrario en piensos se elevaron a 14.500 millones de euros, seguidos de los 2.400 millones en fertilizantes, otros 2.350 millones en energía y lubricantes, 1.500 millones en productos fitosanitarios y 678 en gastos veterinarios.
En la evolución de los datos sobre las macromagnitudes agrarias hay unos que responden fundamentalmente al comportamiento de las condiciones climáticas, como son especialmente las producciones vegetales, los buenos datos de los cereales y en menor medida del aceite y del vino; esto afecta también a la ganadería extensiva por el desarrollo de los pastos. En el subsector ganadero, los buenos precios han marcado el desarrollo de las producciones en la avicultura y el vacuno con cotizaciones al alza y, en menor medida, también en el porcino, mientras siguen los ajustes en el ovino y el caprino, compensado este año con una mejoría en los precios.
En los productos de origen animal, la caída de los precios en leche y huevos marcaron la tónica de los mercados con un ajuste del 8% y una oferta ligeramente al alza del 1,3% en leche y del 2,6% en los huevos.
En el conjunto de los datos macroeconómicos, hay algunos que invitan a la reflexión sobre la actividad en el sector. Entre otros, cabría destacar un descenso del 0,3% en el empleo de semillas y plantones de calidad -lo que puede ser un factor negativo para la propia actividad agraria-, descenso que viene acompañado por un incremento del 5,5% en los precios. Otro dato sería el incremento en volumen del 10% en fertilizantes, ligado a una subida de solo el 3,2% en los precios. Abonar es importante, pero también lo es evitar el riesgo de mineralizar las tierras por sus consecuencias sobre su productividad a futuro.