COAG estima que el conejo causa daños en 800.000 hectáreas

SPC
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Junto al jabalí, es la especie más dañina por su ubicuidad y proliferación descontrolada. La organización traslada al Ministerio su preocupación y reclama medidas urgentes

COAG estima que el conejo causa daños en 800.000 hectáreas

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha trasladado al Ministerio de Agricultura su máxima preocupación por la proliferación descontrolada de especies de fauna silvestre, especialmente el conejo, que está causando graves pérdidas en las explotaciones agrarias de todo el país.

Durante la reunión bilateral mantenida hace unos días con la directora general de Mercados y Producciones Agrarias del Ministerio de Agricultura, Elena Busutil, los representantes de COAG destacaron que, tras superar los años de sequía, se ha registrado un crecimiento exponencial de esta población, especialmente en zonas de cultivo, en las que se concentran por la abundancia de alimento. «Ya no solo se comen las cosechas: excavan sus madrigueras dentro de las parcelas, provocando el hundimiento del terreno y dificultando el paso de maquinaria agrícola», subrayó el responsable de Fauna Salvaje de COAG, Javier Fatás.

Pero los conejos no son los únicos responsables de los daños en el campo. El jabalí, presente en todo el territorio, medra sin control y aprovecha los cultivos para alimentarse, causando graves perjuicios en maíz, patata, girasol, cereal, hortalizas... Además, la cabra hispánica está generando también serios problemas, agravados por brotes de sarna, una señal clara de sobrepoblación. A esto se suman otras especies: el ciervo, el corzo o roedores como ratas y topillos.

COAG estima que el conejo causa daños en 800.000 hectáreasCOAG estima que el conejo causa daños en 800.000 hectáreasLas aves también contribuyen significativamente a las pérdidas agrícolas. Tórtolas turcas y palomas torcaces provocan daños notables, comprometiendo no solo la cosecha del año, sino también la de temporadas futuras. En siembras como garbanzos, guisantes o veza son capaces de devorar gran parte de la semilla antes de que ésta llegue a germinar. No en vano, algunas comunidades autónomas autorizan jornadas de caza en primavera para controlar estos daños.

En el caso del conejo, el más serio, se estima que 800.000 hectáreas están actualmente afectadas por sus daños, lo que pone en evidencia la magnitud del problema. Se trata de una especie de muy difícil control, ya que muchas veces hace sus madrigueras en los terraplenes de vías férreas, carreteras y otras infraestructuras, lo que dificulta su caza y su depredación por parte de aves rapaces, zorros y otras especies.

COAG exige a las empresas titulares de infraestructuras que asuman su responsabilidad y desarrollen planes de gestión poblacional -como vallados cinegéticos o limpieza de taludes- para evitar que estos espacios sigan siendo «refugios seguros» para especies dañinas. Esta exigencia se ampara en la Ley 30/2022 que permite esta coordinación desde el Ministerio de Agricultura.

Ante todo ello, y con el objetivo de mejorar el control poblacional de especies silvestres y mitigar los daños en la agricultura, COAG ha propuesto al Ministerio de Agricultura una serie de medidas coordinadas a nivel nacional centradas en la colaboración entre el sector agrario, el cinegético y las administraciones públicas. «Estas medidas buscan una gestión sostenible y equilibrada de la fauna silvestre, compatible con la protección de la biodiversidad y el desarrollo agrario», puntualizó Javier Fatás.

 

Principales líneas de actuación propuestas al Ministerio de Agricultura.

1-Coordinación nacional y marco legal común

COAG plantea la necesidad de establecer una gestión uniforme aplicable en todo el territorio nacional, armonizando las leyes de caza entre comunidades autónomas para permitir el uso de técnicas homologadas como visores térmicos, supresores de sonido o calibres más económicos.

2-Revisión del papel  de la caza

La organización cree que la caza debe entenderse como una herramienta de control poblacional, diferenciándola de la caza deportiva. Es esencial fomentar la participación activa de los cazadores en el control de poblaciones incentivando su colaboración, cubriendo gastos y facilitando permisos a agricultores para cazar en sus propios terrenos.

3-Incentivos agrarios  y cinegéticos

También propone la utilización de fondos europeos (Next Generation, PAC, programas de desarrollo rural) para incentivar cultivos como el triticale y cártamo, menos productivos pero eficaces en la reducción de especies dañinas, y fomentar prácticas innovadoras de gestión.

4-Infraestructuras  y espacios de refugio

La organización destaca la necesidad de normativas específicas de vallado en infraestructuras como parques fotovoltaicos o eólicos que, actualmente, ofrecen refugio y dificultan la gestión poblacional.

5-Compensaciones y prevención de daños

COAG recomienda establecer sistemas de compensación económica tanto para cultivos afectados como para costes derivados de la instalación de sistemas de protección (protectores de árboles o vallados, por ejemplo), así como reforzar el papel de los seguros agrarios.

6-Prohibición de reintroducción del lince en zonas críticas

Aunque es cierto que el lince es un depredador especializado en cazar conejos, también lo es que ejerce un fuerte control sobre otras especies que también se alimentan de estos lagomorfos, como zorros, garduñas o meloncillos. Por eso, COAG desaconseja la reintroducción del lince en áreas de emergencia cinegética debido a su impacto sobre otros depredadores.

7-Control poblacional rápido y eficiente

Se prioriza una gestión integral de plagas mediante métodos rápidos como trampas controladas, uso autorizado de biocidas (fosfuro de aluminio, CO2) y la formación específica de agricultores para su aplicación segura.



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