Europa mantiene el pulso ante la dura política proteccionista iniciada por la Administración Trump y, aparte de los primeros 21.000 millones de euros con los que respondió en su oleada inicial, Bruselas hizo ayer pública una nueva lista enviada a los Estados Miembros con más de 2.000 productos estadounidenses a los que impondrá tasas comerciales por un valor cercano a los 100.000 millones si las negociaciones con el político republicano fracasan aunque, de momento, quedarán pausadas.

Asimismo, la Comisión Europea avanzó que denunciará ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los aranceles masivos impuestos por EEUU a todas las importaciones extranjeras, incluidas las de la Unión Europea.

Bruselas insistió en que la «prioridad» sigue siendo un acuerdo negociado con la Administración Trump que evite activar tanto esta segunda ronda -que no estará en todo caso concluida antes de finales de junio o primeros de julio- como la primera tanda, diseñada en respuesta a los aranceles al acero y al aluminio y que se suspendió en abril por un período de 90 días como gesto de voluntad en la negociación con la Casa Blanca.

El nuevo catálogo afectará tanto a artículos industriales, incluido el automóvil o los aviones de Boeing, hasta agrícolas; pero añade también el impacto de posibles restricciones a la exportación de chatarra y productos químicos europeos por valor de 4.400 millones de euros.

Se trata de la respuesta diseñada para responder tanto al 20% de los aranceles indiscriminados que EEUU impone a todas las importaciones europeas (temporalmente rebajado al 10%) como al 25% con el que gravan las adquisiciones de coches y piezas de automóvil con origen en la UE. El comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, precisó que el bloque «sigue plenamente comprometido» tanto a nivel político como técnico con Washington para encontrar una solución a la crisis arancelaria, pero dejó claro que no aceptarán un acuerdo «a cualquier precio».