Es la propia actualidad la que deja ante los ojos del que lo quiera ver un paisaje de desolación y desesperanza para Gaza. Y ese pesimismo se cuela también en la voz de Mikel Ayestaran (Beasain, Guipúzcoa, 1975), periodista que en 2005 decidió especializarse en los conflictos abiertos en Oriente Próximo. Fruto de su trabajo aflora Historias de Gaza. La vida entre guerras (Península), un relato «honesto» que recorre la durísima vida de quienes habitan aquella prisión a cielo abierto.
Ha pasado un año y medio desde el 7 de octubre de 2023, día en el que un ataque de Hamás contra Israel hizo que explotara de nuevo el polvorín de Oriente Próximo. Desde entonces, no hay un día sin noticias de Gaza...
Es que la situación se deteriora día a día, sobre todo desde el punto de vista humanitario. Esto más que una guerra, es una venganza y aunque haya un bloqueo por tierra, mar y aire y no nos dejen entrar a los periodistas extranjeros, aquello tiene un plan muy claro: hacer de Gaza un sitio en el que no se pueda vivir para intentar dejarlo más vacío posible.
Sin prensa internacional, ¿qué tipo de información nos puede llegar desde allí?
Tenemos colegas palestinos que cada día hacen una labor increíble y a las organizaciones que trabajan sobre el terreno, agencias de Naciones Unidas, Cruz Roja, Médicos sin Fronteras... Y también está la información del Ejército de Israel.
Pero esta última fuente, que a la vez es la que veta la entrada, supongo que está más ocupada en controlar el relato que en hacer llegar al mundo lo que están haciendo en Gaza.
Como potencia ocupante, son los que tienen la capacidad de decidir quién entra y quién sale y los que hacen que durante dos meses no haya estado entrado prácticamente ni un yogur en Gaza. Como en todas las guerras también hay una lucha por el relato y Tel Aviv lo que intenta es mantener su papel de víctima en el conflicto.
¿Hemos normalizado la guerra? ¿La hemos deshumanizado?
El ser humano se acostumbra a todo. Los medios de comunicación han mantenido el pulso informativo mucho tiempo, pero en Gaza es difícil sostenerlo al no poder acceder. Esto complica las cosas, por ejemplo respecto a Ucrania, e Israel lo sabe muy bien.
Tel Aviv intenta mantener su papel de víctima en el conflicto"
¿Qué supuso el ataque del 7 de octubre en el contexto del conflicto árabe-israelí?
A diferencia de lo que habíamos visto en los tres grandes ataques anteriores (2008, 2012 y 2014), que fue Israel quien lanzó la primera piedra, en este caso fue Hamás quien lo hizo. Y fue una gran sorpresa porque nadie esperaba que fueran capaces de superar las supermedidas del todopoderoso Ejército israelí. Fue un golpe inesperado y eso hizo que todo lo que está sucediendo ahora sea diferente a lo que habíamos visto antes. Tel Aviv necesita recuperar lo que ellos llaman la disuasión sobre el enemigo.
¿Cómo es posible que nadie lo viera venir en un país que invierte miles de millones en Inteligencia?
Porque son humanos y pueden fallar y eso fue lo que pasó. Fallaron. No me sumo a la teoría de la conspiración. También tienen unos servicios de Inteligencia increíbles en el Líbano o Siria, pero después de año y medio han sido incapaces de rescatar a los rehenes, por ejemplo.
¿Y en Hamás no se imaginaron las consecuencias que un ataque como este podría tener?
Es que nadie contó con que iban a superar las medidas de seguridad de Israel y que en vez de encontrarse resistencia armada se iban a encontrar un festival de música tecno. Esa fue la gran sorpresa para ellos hablando desde el punto de vista militar. En Hamás también ha habido crítica interna, no pública, pero sí interna, de cosas que no han gustado, como el secuestro de mujeres y niños, que es algo que nunca habían hecho, como consecuencia del caos de aquellas horas. Yo creo que dieron el golpe pensando que era una operación suicida y se encontraron en medio del festival. Fueron cuatro horas de caos, unas horas de desastre para Israel de las cuales Netanyahu todavía no ha dado explicaciones.
Con las veces que he estado allí, todavía me parece increíble que fueran capaces de perpetrar aquel atentado y que al otro lado no hubiera nada. A mí es lo que más me impresiona.
El 7 de octubre nadie esperaba que Hamás fuera capaz de superar las medidas del todopoderoso Ejército israelí"
¿Cómo lleva no poder estar ahora ahí cubriendo el día a día?
Con impotencia. Hay que buscar las maneras de poder informar desde la distancia, pero es mucho más difícil, claro.
Netanyahu dijo aquel día que Hamás había «abierto las puertas del infierno» tras el ataque. ¿Alguna vez han estado cerradas en Gaza?
Cada vez que he salido de allí he pensado que la situación solo podía ir a peor. Desde 2007 ha habido un bloqueo muy fuerte, las operaciones militares han sido constantes y ha habido miles de muertos... La situación era realmente muy mala, pero ha aumentado hasta el punto de que Gaza se va a quedar como un territorio en el que sea imposible vivir.
¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Netanyahu para hacer de esta zona un erial?
Durante meses no hubo un plan claro. Ahora vemos que lo que quieren es una victoria sin concesiones. Han dejado claro, por si alguien tenía alguna duda, que los rehenes no son importantes para ellos, y han ocupado militarmente el 70 por ciento de Gaza, por lo que lo que va a salir de aquí es muy diferente a la Gaza que conocíamos antes de aquel 7 de octubre.
El plan final ideal para el ultranacionalismo sionista es el de Donald Trump, expulsar a toda la población y levantar ahí hoteles.
La idea de hacer una free zone allí repleta de hoteles ya la planteó Egipto en los años 60.
Sí, pero sin expulsar a la población local y sin haberlos bombardeado antes hasta matar a más de 60.000 personas. Es muy diferente.
En realidad, el sitio es precioso y la idea que tiene Trump de hacer ahí una riviera es acertada. El problema es que no se cuenta con la población local.
En Hamás también ha habido crítica interna"
Sin embargo, para cualquiera que no conozca la zona, la Franja aparece como una montaña de ruinas y escombros.
Gaza está habitada desde hace 3.000 años y eso significa que algo tiene. Siempre ha sido una zona codiciada. Es una puerta al desierto y al Mediterráneo.
¿Que hayan vuelto a coincidir en el espacio y en el tiempo Trump y Netanyahu puede traer solo cosas malas a los palestinos?
Ambos ya estuvieron de la mano en el primer momento de Trump y se entregó la capitalidad de Jerusalén a los israelíes, movieron su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, reconocieron su autonomía sobre los Altos del Golán... Fueron unos primeros pasos muy serios de Trump, pero después vino Joe Biden y no dio marcha atrás. En el fondo da igual quién esté sentado en la Casa Blanca, lo que importa son los hechos y el que propició todos los medios para que Netanyahu arrasara Gaza al nivel que lo está haciendo ahora no fue Trump, fue Biden.
¿Qué papel tiene la comunidad internacional en este conflicto?
El único actor que tiene algo que hacer desde el punto de vista militar y diplomático serio es EEUU. El resto de los países podrían tener medidas simbólicas, y seguir dando pasos que sirvieran para presionar mínimamente a los israelíes.
¿Estamos hablando de una batalla perdida para los palestinos?
Sí.
¿Así de crudo?
Sí. Es una batalla perdida. Hay un doble discurso. En las calles hay un movimiento de solidaridad muy fuerte con los palestinos, pero entre los dirigentes políticos no hay voluntad de que esto cambie. Pero no es de ahora. La batalla no va a terminar mientras haya ocupación y esta no empezó el 7 de octubre. Estamos así desde 1947 y nadie hace nada.
A muchos dirigentes se les llena la boca hablando de los dos Estados como posible solución al conflicto. ¿Por qué luego no hay acción?
Ese es el problema, que solo se habla. Hay que pasar a los hechos y no hay hechos concretos que permitan a los palestinos tener un Estado. Es una ficción.
Gaza se va a quedar como un territorio en el que sea imposible vivir"
Tras la resolución de la ONU de 1947 con la que se decidió repartir el terreno, Israel fundó su nación en un año. ¿Qué pasó con Palestina?
Hubo una falta de apoyo internacional para que la mitad de ese acuerdo saliera adelante.
Bueno... ya se sabe que la única resolución de Naciones Unidas que cumple Tel Aviv es, precisamente, la del 47...
Sí, es una broma muy extendida entre colegas en la zona. Ahora mismo las agencias de la ONU como la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestinas) son consideradas terroristas, ese es el nivel.
¿Podemos hablar abiertamente de limpieza étnica?
Bueno, eso es lo que está investigando La Haya.La investigación por genocidio está abierta y hay personas que saben mucho más que tú y que yo que han llegado a esa conclusión, por lo tanto habrá que esperar a que acabe ese proceso, pero el simple hecho de que sea plausible ya me parece increíble.
Quizá choca más viniendo de un pueblo como el de Israel, que vivió en sus carnes el Holocausto.
Es tremendo, sí, pero habrá que esperar a ver qué dicen los expertos. De momento, hablamos de 60.000 muertos.Son cifras de las autoridades gazatíes, que, en función de lo que ha pasado en otros conflictos, siempre se han ajustado a la realidad. En este caso yo creo que van a ser muchos más por la cantidad de desaparecidos que hay entre los escombros.
Otro tema candente: los refugiados, un colectivo que abarca a seis millones de personas.
La población de Gaza mayoritariamente es refugiada. es otro de los temas que se quieren quitar de la agenda. Por eso se desacredita a UNRWA y ese es otro de los pasos previsibles de Trump, quitarles la financiación.
Pero la resistencia no se rinde, hace apenas unas semanas llegó la noticia del nuevo intento de una flotilla para llegar a Gaza.
Sí, también intentó salir desde Turquía y no pudo, desde Malta... La flotilla nunca va a llegar a Gaza. Ya lo dijo el propio ministro de Defensa, Israel Katz, que no van a permitir ningún movimiento de este tipo.
Conciliar el sueño sabiendo que estás matando de hambre y de sed a miles de personas tiene que ser complicado.
No desde su punto de vista. Ellos consideran que todo tipo de entrada de ayuda le sirve a Hamás para financiarse. Tienen su propio discurso. Pueden dormir tranquilos porque para ellos no hay inocentes en Gaza. Ese es su punto de partida y, por eso, no hay ninguna línea roja desde el 7 de octubre de 2023.
Da igual quién esté sentado en la Casa Blanca. El que propició los medios para que Netanyahu arrase ahora Gaza a este nivel fue Joe Biden"
Hace 20 años que se dedica a cubrir este conflicto. ¿Qué le hizo clic para dejar la redacción?
Me interesaba mucho el tema del periodismo de conflicto y este era un lugar imprescindible.
¿Cómo afecta la guerra a una persona acostumbrada a vivir en paz?
Lo más difícil son los períodos de posguerra, cuando callan las armas y habla la gente. Ahí tienes las buenas historias, pero claro que te afectan desde el punto de vista personal, porque desde luego la realidad supera por mucho la ficción.
¿Y cómo se gestiona el miedo?
¡El miedo es absolutamente necesario! Yo, además, soy muy segurola y siempre mido mucho mis pasos. La gestión del miedo es una parte más del trabajo.
¿Cree que antes de jubilarse de esta profesión podrá dar la noticia del final de este conflicto?
Sinceramente, creo que no. Me gustaría trasladar otro tipo de mensaje y poder decir que pienso que acabarán viviendo en paz... Pero es que lo que estamos viendo ya es la consolidación de un gran Estado que va a dejar a los palestinos en una situación de apartheid. Es el modelo al que vamos y que se marcó el último Gobierno hebreo cuando llegó al poder.