Un Pontificado de retos

SPC- Agencias
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Son muchos los desafíos, tanto dentro como fuera de la Santa Sede, que dejó el Papa Francisco encima de la mesa y que el nuevo Obispo de Roma tendrá que afrontar para conseguir una comunidad católica sinodal y de acogida

Un Pontificado de retos - Foto: Stefano Spaziani, vía Europa Press

Como dicen los cardenales, se ha elegido al sucesor de Pedro, no de Francisco, pero el nuevo Pontífice, el estadounidense Robert Prevost, que eligió ayer el nombre de León XIV, tendrá que afrontar varias cuestiones que dejó abiertas el Papa argentino, muchas de ellas sobre temas de candente actualidad como el futuro de las finanzas vaticanas, los abusos sexuales en la Iglesia o la incorporación de las mujeres a las liturgias y al Gobierno de la Santa Sede.

Además, el agustino deberá imponer su propia marca, que como ya anunció en su plática ante miles de personas concentradas en la Plaza de San Pedro nada más ser nombrado Obispo de Roma, se orientará a tender puentes y a ser una Iglesia misionera y acogedora.

Pero, ¿cuáles son los retos concretos que deberá afrontar?

La unidad

En estos 12 años de Pontificado de Bergoglio y aunque los purpurados no quieran admitirlo, se ha observado una Iglesia dividida en dos alas, una más moderada y otra más conservadora, muy crítica con las aperturas de Francisco. Intentar unir las diferentes posiciones será estratégico, así como continuar por la senda de la sinodalidad, la de construir una Iglesia en la que todos tengan voz, aunque a muchos no guste.

Las finanzas

La economía fue uno de los temas que más se abordaron en las congregaciones preparatorias del Cónclave. Entre las revoluciones realizadas por Bergoglio está la de las finanzas del Vaticano, con un trabajo de transparencia sobre todo en el IOR (el banco vaticano), pero Prevost tendrá que abordar el problema de las arcas vacías, con una auténtica revisión del gasto, ya que las donaciones a la Iglesia han bajado.

Abusos sexuales

Los abusos sexuales en el seno de la Iglesia es una de las grandes preocupaciones de la Santa Sede desde el Pontificado de Benedicto XVI y aunque Francisco ya dejó varias normas para combatir estos comportamiento, aún queda mucho por hacer. En este sentido, las asociaciones de víctimas piden la aplicación de normas claras en las diócesis, mayor transparencia en la gestión vaticana y en los procesos y, sobre todo, juicios e investigaciones más rápidas.

La participación de las mujeres

El Vaticano ha cerrado en muchas ocasiones la opción del sacerdocio de las mujeres, pero también la posibilidad del diaconado femenino y esto se ha visto como una manera de bloquear una mayor participación de las mujeres en la vida de la Iglesia. A pesar de esa tendencia, el Papa Francisco siempre apoyo la participación de este sector e incluso llegó a decir que los pilares de la Iglesia eran las mujeres.

En este sentido, el posible diaconado femenino, junto a una mayor presencia de las mujeres en los puestos de poder, será otro de los desafíos importantes del nuevo Papado.

Precisamente, el nombramiento de Simona Brambilla el pasado enero como prefecta o ministra del dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, del que dependen todas las órdenes, en lugar de un cardenal como era hasta entonces, fue un importante paso adelante en este sentido.

Parejas homosexuales

Si un documento ha creado divisiones en el seno de la Iglesia católica fue el Fiducia Supplicans, el texto publicado por la Congregación para la Doctrina de Fe en el que se explicaba que se podía bendecir a parejas consideradas irregulares para la Iglesia, incluidas las del mismo sexo.

La Iglesia africana se mostró contraria al unísono a este documento y pidió explicaciones a Bergoglio. Será el Pontífice estadounidense el que tendrá que responder a los obispos de uno de los continentes donde el catolicismo sigue creciendo.

Política internacional

A nivel diplomático, el acuerdo que durante el anterior Pontificado se firmó con China para acordar el nombramiento de los obispos -un texto que se ha ido renovando de manera regular- fue considerado un hito para el acercamiento entre ambos países, además de servir de salvaguarda para los escasos 12 millones de católicos que hay en el gigante asiático. 

Sin embargo, muchos en la Iglesia no aceptan que Pekín tenga voz en la elección de un obispo, ni tampoco muchos gobiernos occidentales, como es el caso de Estados Unidos, que en su momento elevó sus críticas al diálogo con China.

En este sentido, la relación de Prevost con Estados Unidos y con su actual presidente, el republicano Donald Trump, será otro de los retos diplomáticos que deberá abordar tras el giro que llevo a cabo el anterior secretario de Estado, Pietro Parolin.

Será interesante ver cómo será la relación del magnate con su compatriota.



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