De su etapa de adolescente y de su juventud guarda dos novelas escritas a mano a finales de los 90, Fin de los años 90 y Walking Around. "De una conservo una mala copia y otra la regalé. Eran dos cosas abominables. No llegaron ni siquiera a ser mecanografiadas", se confiesa en la entrevista concedida al programa Cara a Cara de Navarra Televisión.
Sobre el periodismo de hoy dice que "va de lo de siempre, de contar lo que pasa en el mundo y de ordenarlo. Es importante contar lo que pasa y decirle a la gente qué es lo importante. Jerarquizar las noticias". Pero va más allá en esta reflexión asegurando que "a veces el interés de los lectores prostituye el oficio del periodismo. Piensas que es lo importante porque le interesa mucho a la gente, y no lo es en absoluto", sentencia.
Jabois, periodista además de escritor, considera que "hay un problema con el tiempo de las redacciones para hacer buenos trabajos que se mezcla con la precariedad. Una mezcla explosiva", asegura. Apela así a una frase del escritor argentino, Hernán Casciari: "No se le puede pedir a alguien que vive en casa de sus padres que nos cuente el mundo". Tras estas palabras, Jabois advierte que "los periodistas jóvenes están obligados a vivir en casa de sus padres o a compartir piso en condiciones muy pésimas". Esto le lleva a pensar que se llega mal al trabajo, que "se trabajan demasiadas horas lo que lleva a no poder hacerlo bien. Esa gente te esta contando el mundo, pero te lo puede estar contando mal no porque no tengan talento ni capacidad sino, simplemente, porque están explotados", critica.
Manuel Jabois reflexiona en la entrevista concedida al programa Cara a Cara de Navarra TelevisiónAdmite que se informa por las mañanas en los periódicos digitales. "Me hago una batida de periódicos nacionales, gallegos y, de vez en cuando, la radio. No soy oyente a pesar de que trabajo mucho en la radio. Además voy a Instagram y a portales web. También me gusta enterarme de las cosas en la calle, en las sobremesas, aunque siempre he sido un buen lector de periódicos".
No tiene WhatsApp. Se lo quitó hace cinco años "porque escribía muchísimo y a final de mes no me llegaba ninguna nómina. Perdía mucho tiempo. En su momento me molestó y he generado problemas en mucha gente con grupos de cara a organizarme. Me pierdo cosas buenas pero también gilipolleces", sostiene. En este sentido dice que las mentiras residen, donde más, en los grupos de WhatsApp: "En la comunicación nuestra, en los ciudadanos. Las mentiras se esparcen a través de muchos lugares, redes sociales principalmente, y luego circulan sin ningún tipo de orden por ese canal de WhatsApp. Hay mucha gente ingenua que está muy expuesta, como nuestros padres o abuelos. Eso genera corrientes de odio. Los bulos y mentiras siempre nos convierten en peores ciudadanos".
Con todo, las redes sociales, dice, "son un vehículo de comunicación con los demás. Hay mucha intoxicación pero también muchos divulgadores que ofrecen gratis su conocimiento en diferentes campos. Estoy a favor de las redes sociales y de que la gente se comunique. Es tu medio de comunicación".
Manuel Jabois reflexiona en la entrevista concedida al programa Cara a Cara de Navarra TelevisiónTestigo de la realidad que le toca vivir, Jabois asegura que "no hay hambre como para una revolución como la de mayo del 68. Todas las revoluciones han empezado por el estómago. La gente sale a la calle por sus hijos o por sí misma". De hecho, pone de ejemplo el procés en Cataluña. "Se decía, si un millón, medio millón o doscientas mil personas se plantan en la plaza Sant Jaume y no se van hasta que se consiga la independencia, ¿quién está ahí si tienes un sueldo a fin de mes? ¿Quién está ahí tanto tiempo y pasa tantas penurias?", se pregunta.
"Una revolución es una situación de mucha penuria para una persona que se sacrifica. Cuando lo que vas a perder es lo poco o mucho que tienes, cuando la revolución es más de corte nacionalista que de un corte con estructura económica, por qué vas a estar dos meses intentando que se cambie el orden político de tu comunidad cuando estás recibiendo un sueldo, tus hijos también, tienes un piso al que volver… Esas revoluciones acaban con un ejercicio de desaliento".
Así mismo, considera que "estamos en manos del azar más de lo que creemos. Condiciona mucho. Lo que consigues sabes que no ha sido por ti mismo. Ha habido gente a tu alrededor que ha conspirado para que tú lo puedas conseguir. La mala suerte te dice que a lo mejor lo has intentado con todo tu esfuerzo pero el destino te ha dado la espalda. Te libera de cierta responsabilidad pero no de toda".
Manuel Jabois reflexiona en la entrevista concedida al programa Cara a Cara de Navarra TelevisiónFACETA DE ESCRITOR
Actualmente se encuentra inmerso en la escritura de su última novela. "Llevo con ella dos años en la cabeza y la voy a tener que escribir en tres meses. Se llama Otoño, la tengo que entregar en junio, llevo 10.000 palabras escritas pero el resto hay que hacerlo de maratón. Me ocupa muchísimo tiempo y en el momento en que me ponga a escribir va a salir".
Escribe de lo vivido, admite, "y luego sobre cosas que me hubiera apetecido vivir o que me hubiera resultado un infierno, como la idea de ver fantasmas o sentir presencias. Siempre me fascinó así que puedo generar un personaje de ficción y meterme en la piel de alguien imaginando cómo puede ser ese mundo".
Manuel Jabois reflexiona en la entrevista concedida al programa Cara a Cara de Navarra TelevisiónConsidera que es un error creer que debemos entender lo que nos ocurre. "Es bonito que haya preguntas sin respuestas, que hayamos podido explicar preguntas fascinantes como el origen de la vida pero también que todavía no haya respuestas a otras preguntas. Es excitante pensar en la posibilidad de que pueda existir algo más allá que no tenga respuesta en la ciencia".
El 11 de marzo de 2004 estaba trabajando en el Diario de Pontevedra. "Siempre me informaba por el teletexto. Vi cincuenta y pico muertos, puse la televisión y me fui corriendo a la redacción". Recuerda tiempo después, ya en el diario El Mundo, la investigación de la trama asturiana y todas las actas de los hechos probados y las sentencias. "Solo la trama asturiana estaba llena de personajes impresionantes de una oscuridad y degradación terrible".
"Hay gente que no cree en las casualidades, pero forman parte de la vida. Dos o tres casualidades en el 11M significaban algo para mucha gente. Al final, si las coges todas, creen que hay un plan conspirativo. Las teorías de la conspiración consideran que no hay nada casual y que obedecen a un orden".
Reflexiones de un escritor que ve en la escritura el sentido vital. "No podría vivir sin escribir. Le da sentido a mi vida. Soy una persona con tendencias adictivas y soy adicto a recibir la reacción de la gente".