La vinicultura mira al espacio

SPC-Agencias
-

El sector del vino se abre a introducir sistemas de última generación para atenuar el impacto del cambio climático

Una empresa ha creado un tapón de cuba capaz de analizar todos los datos de los caldos que hay en su interior - Foto: EFE

La extensión del uso de la inteligencia artificial (IA) y la robótica a numerosos sectores económicos parece ser imparable, pues ambos sistemas han llegado también a la vinicultura, donde ya se pueden utilizar corchos inteligentes de cuba que analizan todos los registros del vino y brazos mecánicos que hacen fotografías de datos.

La introducción de estos mecanismos de última generación tiene una razón de ser: tratar de amortiguar la disminución de la producción de vino, derivada del cambio climático, aportando calidad a los caldos e incluso ofreciendo «mano de obra mecánica» en los viñedos.

Así lo explica el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Europea para la Innovación (Intec), Juan Francisco Delgado, reconociendo que poco a poco la tecnología ha ido llegando para acometer numerosas funciones, como la disminución de fitosanitarios, el aprovechamiento del agua con riego inteligente, la agricultura regenerativa y para obtener datos «sobre lo que está ocurriendo» en tiempo real en los viñedos.

La robótica ya es capaz de realizar labores de cuidado de las viñas y recolección. La robótica ya es capaz de realizar labores de cuidado de las viñas y recolección. - Foto: EFEAhora, la robótica ya es capaz de realizar labores de cuidado de viñas y hasta de recolección, una solución ante otro problema creciente, la falta de mano de obra en el campo.

De hecho, una empresa ha creado un tapón de cuba capaz de analizar todos los datos del vino que hay en su interior, como la temperatura y la capa de levadura que se genera sobre la superficie, denominada velo y que impide el contacto con el oxígeno.

También la inteligencia artificial se ha hecho un hueco en este mundo del vino, especialmente en el sector del enoturismo, con la puesta en marcha de programas informáticos que simulan conversaciones entre usuarios y amantes de los caldos, y el desarrollo de visitas virtuales a bodegas con información de las mismas.

Estos avances estuvieron muy presentes en el último Salón del Vino celebrado en Badajoz, donde los asistentes pudieron contemplar cómo funciona un brazo robótico de una línea de embotellado, capaz de hacer una foto a una botella para comprobar si llevan las cápsulas (protector de cuello) y si el corcho está bien puesto.

Competitividad

En este sentido, el gerente de la empresa Pastor Ingeniería Automatica, Javier Pastor, apunta que esta es solo una de las soluciones que se puede conseguir con la «robótica colaborativa» que se aplica a la viticultura. «Hay una tendencia a automatizar y robotizar las industrias porque es hacia este marco donde va el mercado... quien no lo haga, no va a ser competitivo», agrega.

Otra iniciativa pionera, aunque en este caso en el sector del olivar, es la que impulsa la empresa Penter, que ofrece soluciones de infrarrojos que miden la composición de las aceitunas, para tener una rápida clasificación y valoración del producto.

La aplicación de estas innovaciones permite aumentar un 20 por ciento la rentabilidad de las empresas y reduce un 30 los gastos, lo que supone, en definitiva, «una mayor  eficiencia», destaca el vicepresidente de Intec. A su juicio, las administraciones públicas deben jugar un «papel muy importante» en el impulso de las nuevas tecnologías en el sector. 



OSZAR »